¿Qué hace que la mejora de un sistema software sea percibida como una mejora?
Imagine una oficina con casi un centenar de personas en ella. Se encuentran trabajando enfrente de sus terminales, todos ellos ejecutando la misma aplicación software, creada a medida para su trabajo.
En uno de mis primeros proyectos de ingeniería de software, formaba parte del equipo que llevó a cabo una mejora completa de dicho sistema. La versión mejorada era más rápida, increíblemente eficiente. ¿Imagina lo que pasó cuando se instaló esa versión?
Nuestros usuarios detestaron la nueva interfaz. A causa de esto, la mejora del sistema no les contentó en absoluto.
Sí, el ser humano puede ser reticente a los cambios – especialmente cuando los cambios traen consigo una nueva curva de aprendizaje. Pero también es cierto que todos los recursos de ese proyecto de desarrollo software se invirtieron en crear un sistema de proceso de datos impecable. Incluso cuando la nueva interfaz pudiera calificarse de correcta, la planificación de la experiencia de usuario de todo ese sistema podría calificarse como una ocurrencia tardía.
En su momento, trabajamos codo con codo junto a los usuarios finales, y ajustamos la interfaz para mejorar su experiencia de usuario. Y sólo entonces la mejora subyacente destacó como se merecía, incrementando la productividad y el margen de beneficio de la empresa.
Programando con mis clientes en mente
A causa de esto, creo que fue una experienca bastante reveladora aprender lo importante que es el diseño de Experiencia de Usuario (UX) durante las fases iniciales de mi carrera profesional, porque me permitió dedicarle la atención que se merecía. Así que tras obtener mi titulación como ingeniero de software, continué formándome con el conjunto de habilidades apropiado que me permitiría desarrollar experiencias de usuario satisfactorias.
Desde ese punto en adelante, no sólo me acostumbré a programar la parte técnica del software: también me acostumbré a hablar directamente con mis clientes y usuarios finales, entendiendo sus objetivos de negocio, sus ideas preconcebidas, y sus expectativas. Y aprendí a tener todo eso en mente durante el proceso completo de desarrollo software.
Para mí, una solución software sólo tiene éxito cuando, además de funcionar como se supone que debería, resulta además todo un placer de utilizar. Y ahí es donde reside la belleza del diseño de la experiencia de usuario.
La optimización de la experiencia de usuario puede parecer basada en conjeturas, pero es en realidad algo mucho más próximo a una ciencia. No se trata sólo de llevar a cabo un diseño que tenga un buen aspecto. Es algo que va más allá incluso de leer acerca de principios básicos de diseño, o de enfoques psicológicos en los que basar una propuesta de optimización. Es, esencialmente, un proceso de optimización basada en datos, en el que las estadísticas, analísis y pruebas A/B permiten identificar qué mejorar, y seleccionar esos enfoques que realmente funcionan.
¿Están contentos sus usuarios con su aplicación? ¿Es adecuada la tasa de conversión de sus páginas? ¿Puede su software incrementar la productividad de sus empleados? Si necesita mejorar su solución software con una experiencia de usuario optimizada, no dude en ponerse en contacto conmigo.