Un sitio web con estilo
Aún recuerdo los primeros sitios web que aparecieron en Internet. Cuando la sorpresa inicial de tener todo el mundo conectado a través de una sola red empezó a disiparse, nos dimos cuenta de que estábamos mirando páginas web formadas de cajas de texto de aspecto bastante tosco.
Y fue entonces cuando CSS apareció como una forma de dar el estilo apropiado a esos contenidos, de presentarlos de manera que fueran atractivos. Eso permitiría modificar la presentación de una página web y actualizarla sin que fuera necesario reprogramar todo el sitio web de nuevo.
Estas características tan atractivas de CSS captaron mi atención – tener la presentación adecuada junto con un código fácil de modificar pronto se convertirían en algo más importance incluso de lo que inicialmente anticipaba – y algunos de los primeros libros que leí acerca de programación web, hace ya un par de décadas, estaban especializados en esta materia. Desde entonces, CSS ha sido una pieza clave a la hora de construir mis interfaces web.
Por supuesto, la presentación y el contenido estaban todavía tan enredadas en esos laberintos de tablas de las primeras páginas web que ajustar toda la presentación de la página sin más que usar hojas de estilos no siempre sería posible. Pero hemos avanzado mucho desde esos tiempos, y lo que CSS prometía inicialmente, se está convirtiendo ahora en una realidad.
La belleza del CSS moderno
He visto la evolución de mi código CSS, desde su aplicación a diseños basados en tablas, a finalmente diseños adaptables donde las interfaces móviles cargan primero.
A la hora de programar un sitio web moderno basado en HTML, debería ir acompañado de código CSS minificado, de carga rápida, que encapsulase todas las características de presentación, para toda resolución y tamaño de pantalla. Y este tipo de estructuras se están convirtiendo finalmente en una realidad.
La compatibilidad con distintos navegadores es aún uno de los puntos clave. Por fortuna, si se gestiona el desarrollo con cuidado, la mayor parte de las reglas de CSS se comportará de la misma forma en la mayor parte de navegadores modernos. Y en los casos en que esto no fuera posible, los navegadores para los que existiera algún conflicto siempre podrán ejecutar alguna regla específica con algún truco de estilo condicional. Con lo que la presentación de la página está ahora bajo control.
Es un placer ver cómo CSS3 añade funciones que van más allá de una presentación básica, siendo capaz de llevar a cabo animaciones avanzadas de forma eficiente (aprovechando la aceleración gráfica del dispositivo). Es una parte esencial de llevar a cabo experiencias web que sigan los principios del diseño web material, manteniendo a la vez máxima compatibilidad.
El CSS moderno es también un elemento clave a la hora de crear sitios web adaptables que se ajustarán al tamaño de la pantalla de cualquier dispositivo. Una experiencia adaptable diseñada de la forma adecuada debería ser capaz de funcionar a la perfección en cualquier tamaño de pantalla posible, con lo que se garantizaría no sólo la sencillez de uso de la página, sino también su correcto funcionamiento futuro.
En mis proyectos más recientes, SASS siempre ha estado presente. Después de todo, utilizar SASS acelera el proceso de desarrollo, mantiene el CSS más organizado que nunca, y hace que el código CSS sea reutilizable y fácil de modificar.
Vivimos en tiempos interesantes. Trabajar con CSS nunca ha sido más agradable que a día de hoy.
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