Cómo hicimos realidad una aplicación navideña ganadora de un premio
“Enrique, es posible que tengamos un proyecto para ti” – dijo mi colega al otro lado de la línea. El proyecto en cuestión era una aplicación interactiva, en la que los usuarios podrían crear su propio villancico, mezclando pistas musicales y diferentes instrumentos. Y dicha aplicación debería estar lista antes de Navidad – es decir, en poco más de una semana.
Además, el proyecto perseguía una buena causa: la empresa farmacéutica responsable de la campaña publicitaria quería usar esta aplicación para patrocinar la actividad de payasos en hospitales de niños.
Nunca llegué a saber qué fue lo que respondió la primera persona a la que se ofreció el proyecto (y que lo rechazó). Imagino que sería algo como: “No es posible programar algo así, especialmente con ese margen de tiempo”. Pero mi respuesta fue diferente: “Cuéntame todo lo que sepas de los requisitos de esta aplicación, y déjame que lo piense”.
Tras la llamada, empecé a bosquejar el plan del proyecto. La lista de requisitos era larga y exigente. Tampoco había mucha flexibilidad. Y el tiempo estaba muy justo – pero sería posible hacerlo.
Sí, no me suelo resistir a las buenas causas. También me encantan los desafíos. Y todo resultó ser una experiencia de lo más gratificante.
Cómo conseguimos completar este proyecto avanzado – y ganar un premio
Mis colegas del Estudio Swahili hicieron un trabajo magnífico (como siempre). En este caso, se encargaron del diseño de la interfaz, de crear las ilustraciones, y de tratar con el cliente. Mi parte del proyecto se correspondía con todo lo relacionado con la programación: programación de la interfaz, programación del código del servidor, y diseño de bases de datos.
Puesto que la aplicación iba a ser principalmente ejecutada en ordenadores de sobremesa, en un entorno muy controlado, podíamos usar Flash como una opción viable, especialmente dado que el plazo era muy ajustado. Pude reutilizar parte de los módulos orientados a objetos de ActionScript 3.0 que había creado en el pasado para acelerar el desarrollo de tareas frecuentes, como la carga de datos, el ajuste de gráficos, las conexiones con la base datos, y similares.
La estructura del código en el servidor vino prácticamente impuesta por el servicio de alojamiento web de que disponía nuestro cliente: un hosting compartido en un entorno LAMP. PHP y las bases de datos MySQL nos servirían.
La arquitectura final del sistema era bastante sofisticada: al enviar a la base de datos una lista de puntos temporales en los que los instrumentos empezaban y dejaban de sonar, seríamos capaces de reproducir de nuevo las melodías compuestas por nuestros usuarios.
Las funciones de compartición en redes sociales eran un aspecto esencial para la campaña, puesto que su objetivo era difundir una buena causa. Ya que el sistema tenía la función de guardar villancicos creados por los usuarios, también era posible que cada persona compartiera sus creaciones con sus amigos, invitándoles a que crearan sus propios villancicos. Y a la gente le encantó.
Hay múltiples razones que hacen que esté especialmente satisfecho con este proyecto:
- Fuimos capaces de completar un desarrollo significativamente avanzado a tiempo. El trabajo que hicimos gestionando el propio proyecto fue un punto esencial para lograrlo.
- La arquitectura que diseñé cubrió perfectamente nuestras necesidades. Hubo cambios en los requisitos en medio del proceso de desarrollo, e incluso con una fecha de entrega tan ajustada, fuimos capaces de implementarlos a tiempo.
- El objetivo del propio proyecto era una buena causa. Estábamos contribuyendo a crear un mundo mejor.
- No se trataba de cuántas funciones avanzadas teníamos ejecutando entre bastidores. Se trataba de que nos encontramos con una aplicación que era un placer de utilizar, de lo más divertida.
Parece que no fuimos los únicos a los que les encantó este proyecto, porque acabó recibiendo un Premio ASPID de Oro. Esos premios son como los Óscar Ibero-Americanos a las mejores campañas de márketing en el sector de las farmacéuticas.
Vimos cómo nuestro proyecto, desarrollado por un equipo pequeño, aparecía destacado junto a campañas creadas por enormes multinacionales. Y era algo increíblemente satisfactorio.
Al final, no hay por qué ser grande para crear una gran diferencia.